Bordados de Tenango y Pepenado


El bordado de Tenango es el que más se practica, ya que el bordado de pepenado tiene un mayor grado de complejidad, es cansado para la vista y no todas logran aprenderlo.





El bordado de pepenado y de tenangos es una de las principales actividades de las mujeres de la comunidad de Santa Mónica desde hace ya varias décadas. El oficio se aprende desde temprana edad, a los 14 o 15 años, el conocimiento se transmite de madre a hija



La inspiración de los tenangos proviene del entorno: flores varias, animales como conejos, venados, gallos, burros, perros, patos, mariposas, etc; así también vemos escenas de hombres y mujeres bailando, o donde tienen máscaras de animales, que hablan de fiestas que se celebran como el carnaval o como las bendiciones de la siembra o quizá de alguna fiesta civil  o patronal, aunque como estos dibujos conllevan mayor destreza en el trazo son menos populares que los de flora y fauna. Suponemos también que el consumidor final busca mayormente los dibujos de animales acompañados de flores y como ya dijimos este bordado responde mayormente a fines comerciales.




Los dibujos de los tenangos tienen contornos con curvas fluidas, para rellenarlos también se trazan gajos ondulados que atraviesan las figuras de lado a lado en proporción de tamaño del dibujo pero que tienen un ancho de entre uno y cuatro centímetros.


Las mujeres bordadoras aprenden el oficio desde muy temprana edad, sus habilidades perfeccionan con la práctica, hasta el punto en el que terminan de bordar en tiempos relativamente cortos y por lo tanto la cantidad de producción incrementa. De igual forma con la práctica se desarrollan ciertas habilidades sin ningún tipo de enseñanza previa, como el elegir colores. La elección del color de hilo es muy importante, puesto que puede llegar a representar el motivo principal de la venta de algún artículo que haya sido maquilado con el lienzo entregado.




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